Fotografía: Taller de trabajo con la comunidad La Llanura, en Vichada, sobre análisis de riesgo y protección colectiva.
Autora: Carolina Garzón. 2022.
En su resolución 49/214, de 23 de diciembre de 1994, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió que el Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo se celebra el 9 de agosto de cada año. La fecha marca el día de la primera reunión, en 1982, del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Poblaciones Indígenas de la Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos. En 1990, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó 1993 Año Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo.
La realidad de los pueblos indígenas en América del Sur está atravesada por múltiples conflictos y desigualdades que se agudizan además porque las comunidades indígenas han sido sistemáticamente excluidas y discriminadas, lo que ha conllevado a la falta de garantía del acceso a los derechos humanos. Es justo entonces recordar, este 9 de agosto, Día Internacional de los Pueblos Indígenas, la importancia de las comunidades indígenas para la salvaguarda la vida, la tierra, el territorio y la cultura, así como su papel en la historia, así mismo la urgente necesidad de respetarles como comunidades autónomas, que tienen el derecho a tomar decisiones y llevarlas a cabo en sus territorios.
Para el caso del trabajo que desarrollamos como Protection International en América del Sur, y de manera puntual en dos países, Colombia y Brasil, los pueblos indígenas han vivido en continúa lucha por sus vidas y territorios, trabajan a diario por reconstruir sus tejidos sociales, culturales y políticos, en un continuo contexto de violencia, exterminio, despojo de las tierras, desarraigo, estigmatización, racismo estructural y en algunos casos hasta el exterminio físico y cultural.
Algo de contexto de las comunidades indígenas en Colombia y Brasil
En Colombia hay 115 pueblos indígenas reconocidos, distribuidos principalmente -según el Censo Nacional de Población y Vivienda 2018- en los departamentos de La Guajira (20%), Cauca (16%), Nariño (10,8%) y Córdoba (10,6%). Por su parte, en Brasil viven 305 pueblos indígenas que suman 900 mil personas, quienes ocupan aproximadamente el 13% de la superficie de ese país, casi todos ubicados en la Amazonía.
En muchos de estos territorios, las mujeres y hombres indígenas han iniciado un trabajo importante de transferir los conocimientos y delegar las luchas en las nuevas generaciones, quienes juegan un papel importante como agentes de cambio frente a las numerosas crisis que viven los países de América del Sur y de manera particular Colombia y Brasil, en donde la mitigación de los efectos del cambio climático, la consolidación de la paz y la posibilidad de comunidades con mayor uso de tecnología que permita el acceso a información para la toma de decisiones de las comunidades, se hace urgente.
Así lo asegura Bertha Peña Mancipe, mujer indígena joven del Resguardo La Llanura Tomo, Vichada en Colombia “Debemos de mirar siempre adelante, hacia el futuro, mirar hacia el otro lado del rio, para llegar hasta lo más lejos que podamos, nosotras somos mujeres que estamos empezando a alzar la voz”.
El papel de las mujeres en la pervivencia de los pueblos indígenas
Visita a la comunidad indígena de El Trompillo en Vichada, Colombia en la que se socializó el documento final de la Investigación Mujeres Indígenas y acción climática: la defensa del territorio en la Orinoquia colombiana. Autora: Ana María Rizo. 2023.
Los conocimientos de las comunidades indígenas y de manera particular de las mujeres tienen un carácter vivo, resiliente y adaptable a nuevas situaciones, así lo aseguró el Relator Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas, José Francisco Calí Tzay en su más reciente informe sobre los derechos de los pueblos indígenas, presentado en el marco del 51er. Periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos.
Y así lo demuestran las mujeres indígenas a diario. Son ellas, quienes en muchos casos han asumido la transmisión de su cultura, la conservación de las costumbres, la cocina, el cuidado de los cultivos, del territorio y en algunos casos en los que el conflicto armado les ha arrebatado a sus esposos, ellas asumen las labores de liderazgo de sus comunidades.
“Defender los DDHH en Colombia, genera riesgo, te convierte en objetivo militar, mucho más si eres mujer, negra y pobre. Defender los derechos humanos hoy ha costado cientos de vidas porque se atreven a decir no más. Quiero decirles que vale la pena luchar, vale la pena construir un mejor país” relata Patricia Carabalí, abogada y defensora de DDHH en el norte de Cauca, Colombia.
Así mismo, en muchos de los casos aunar esfuerzos entre diversas luchas, ha permitido dar mayor visibilidad a las situaciones que viven diversas comunidades, como por ejemplo las indígenas, así lo relata Tereza Santiago integrante del Movimento de Trabalhadores Assentados, Acampados e Quilombolas da Bahia o Movimento CETA / Brasil.
“Nosotras contribuimos a través de las luchas sociales, junto con la inclusión de la juventud, de las mujeres, en los planes de acción, en las actividades, en todos los espacios de toma de decisiones a partir de acciones territoriales dentro de los municipios. Seguimos exigiendo el acceso a la tierra, al territorio, a la educación en el campo, a la universidad. Tenemos que romper los muros, las cercas para que podamos como pueblos indígenas acceder más conocimiento para usarlo como una herramienta poderosa”.
El cuidado de la casa común: un trabajo de las comunidades indígenas en favor de la vida del planeta
Fotografía tomada en el marco de la visita del equipo de PI en Colombia al Resguardo indígena de La Pascua, en La Primavera, Vichada. Autor: Omar Muñoz. 2021.
Históricamente las comunidades indígenas han luchado en contra del despojo, de planes agresivos de industrialización, a favor de la reforestación y por el respeto de la tierra como la madre dadora de vida. Son finalmente, esas tradiciones y conocimientos indígenas, los que han permitido el cuidado de lugares sagrados y con ello de la vida de los seres vivos.
Sus creencias están profundamente arraigadas con un desarrollo sostenible que pueda resolver muchos de los problemas que tenemos en común, el acceso a alimentos, al agua, al aire, poder vivir y coexistir. Por eso, tal como lo manifiesta el Secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres “es vital que en la toma de decisiones participe también la juventud de los Pueblos Indígenas. Las decisiones que se tomen hoy determinarán el mundo del mañana”.
Por eso es necesario continuar trabajando por un nuevo contrato social que ponga de centro la garantía de los derechos humanos en la diversidad cultural que representan muchos países como Colombia y Brasil.
“La tierra es única en el universo por el momento, es donde todos los seres humanos estamos buscando subsistir y en ella subsistimos. Ella es vida. Por su parte, para mí como mujer indígena, como mamá indígena me representa seguridad, estabilidad y protección” Gilma Cariván, Mujer Indígena del Resguardo La Llanura tomo, Vichada
Mayor compromiso de las instituciones con el derecho a defender los DDHH de las comunidades indígenas
Fotografía tomada en el marco de la visita del equipo de PI en Colombia al Resguardo indígena de La Llanura, en La Primavera, Vichada, en febrero de 2020, un mes antes del inicio de la Pandemia por COVID-19. Autor: Juan Manuel Bustillo. 2020.
Fotografía tomada en el marco de la visita del equipo de PI en Colombia al Resguardo indígena de La Llanura, en La Primavera, Vichada, en febrero de 2020, un mes antes del inicio de la Pandemia por COVID-19. Autor: Juan Manuel Bustillo. 2020.
Si bien las comunidades han logrado un posicionamiento importante de sus agendas, así como más espacios en los que sean escuchadas sus voces y demandas, aún el camino por recorrer es largo. Aunque en el caso de Colombia sigue trabajando por contribuir a una mayor participación de los pueblos indígenas y con un énfasis especial en las mujeres en espacios de decisión, las brechas persisten.
Las mujeres siguen siendo agentes poderosas para la defensa de los DDHH, por ejemplo, en el caso del departamento de Vichada en Colombia las mujeres continúan fortaleciendo sus capacidades y con ello abriendo caminos para una efectiva participación que les permita defender sus derechos y construir conjuntamente sus territorios y vidas.
“El mensaje que les quiero dejar como mujer joven, indígena, que está luchando, que está progresando, quiero invitar a todas las mujeres, que nosotras podemos, que nosotras como mujeres indígenas podemos seguir adelante, luchar por lo que queremos, luchar contra ese racismo que nos tienen los occidentales, luchar por ser emprendedoras, luchadoras y por no dejarnos manipular por nadie” Bertha Peña Mancipe, mujer indígena joven del Resguardo La Llanura Tomo, Vichada en Colombia.
Desde Protection International, reconocemos y aplaudimos la lucha que cada día las mujeres indígenas realizan en Colombia, Brasil y en diversos lugares del mundo, para exigir igualdad, una vida libre de violencias y espacios seguros para ejercer su derecho a la participación y a defender los derechos humanos.