Las amenazas de muerte probablemente sean una de las acciones más generalizadas contra los defensores y las defensoras de los derechos humanos (DDH) en todo el mundo y, sin duda alguna, se interponen en el camino del derecho a defender los derechos humanos (DDDH). Puesto que la represión de los y las DDH es, sobre todo, psicológica, se recurre a amenazas, ampliamente, para hacer que los y las DDH sientan vulnerabilidad, ansiedad, confusión e indefensión. En última instancia, la represión (y las amenazas) también pretenden romper las organizaciones y hacer que los y las DDH pierdan la confianza en sus líderes y colegas. Los y las DDH tienen que trazar una línea muy fina entre gestionar las amenazas de forma cuidadosa e integral y mantener una sensación de seguridad en su trabajo.
Este breve trabajo reflexiona sobre la relación entre las amenazas de muerte y el nivel real de riesgo que suponen. También proporciona una serie de consideraciones clave para realizar una evaluación exhaustiva sobre la probabilidad de que se pueda materializar una amenaza, y esboza algunas recomendaciones para tomar decisiones preventivas cada vez que un o una DDH reciba una amenaza de muerte.