[Abajo en español]
On 20 August 2024, more than 400 Indigenous communities, tribal peoples, civil society organisations, and collectives presented the “Manaus Declaration on Human Rights in the Climate Emergency” to the Inter-American Court of Human Rights (IACHR). This landmark document emerges as an urgent response to the global climate crisis, aiming to reinforce climate justice and human rights in the region, especially at a time when the effects of climate change are being felt more intensely in vulnerable communities.
PI Mesoamérica participated in this submission as part of two broad collectives. As a signatory of the Manaus Declaration, PI Mesoamérica joined the call for the establishment of minimum standards that require the states of the Americas to respect and protect human rights in the face of the challenges posed by the climate crisis. Additionally, as part of its advocacy efforts, PI Mesoamérica specifically pushed for the Declaration to address the urgent need to protect environmental and human rights defenders in the context of the climate emergency.
What is the Manaus Declaration?
The Manaus Declaration is an urgent call to the IACHR to, in its advisory capacity, establish clear and robust norms that compel states to protect human rights in the context of the climate crisis. The declaration underscores the need for effective state commitments to mitigate the effects of climate change, ensure reparations for victims of climate-related harm, and align domestic policies with the goals of the Paris Agreement.
The Manaus Declaration is a collective document that urges the IACHR to establish minimum standards for the protection of human rights in the context of the climate crisis. This declaration was developed following a series of public hearings held in Bridgetown, Barbados; Brasília, Brazil; and finally in Manaus, Brazil, between April and May 2024. During these meetings, testimonies from more than 150 participants affected by climate change were presented.
Various organisations and collectives participated in the creation and endorsement of the Manaus Declaration, including Indigenous communities, local organisations, and NGOs from across the continent. These actors seek for the IACHR to recognise and reinforce the obligation of states to protect human rights, not only on an individual level but also within a collective framework that includes historically marginalised communities, particularly vulnerable to the effects of climate change. The central objective is to ensure that states adopt concrete and urgent measures to mitigate climate impacts and protect those who defend the environment.
Importance for Environmental and Human Rights Defenders
For environmental and human rights, the Manaus Declaration is crucial. The work of defending land, the environment, and natural resources involves significant risks in the Ibero-American region and often results in threats, persecution, or violence from various actors. The Declaration highlights the obligation of states to guarantee a safe and enabling environment for these defenders to continue their work without facing threats, violence, or reprisals.
The Declaration establishes that states must adopt specific measures to protect defenders, including the prevention of attacks, the investigation of incidents of violence, and the punishment of those responsible. Furthermore, it emphasises the need to recognise and promote the rights of those who defend the environment, in line with international standards such as the Escazú Agreement.
Key Points of the Declaration Regarding the Protection of Defenders
Among the most important points of the Declaration concerning the protection of defenders are:
- Protection and Guarantee of Rights: States have an obligation to protect and guarantee human rights in the context of the climate crisis, ensuring that public policies are consistent with climate science and international commitments.
- Safe Environment for Defenders: States must guarantee a safe and conducive environment for environmental defenders, allowing them to carry out their work without fear of reprisals.
- State and Corporate Responsibility: States must regulate and sanction corporate conduct that violates human rights and promote accountability for companies that contribute to the climate crisis.
- Climate Justice: The need to guarantee access to justice for victims of human rights violations resulting from the climate crisis is emphasised, including the possibility of accessing fair and adequate reparations.
PI Mesoamérica’s involvement in the Manaus Declaration represents a significant effort to strengthen the protection of defenders across the region at a time when the climate crisis poses unprecedented challenges to human rights. The Declaration is not only a call to action but also a roadmap for building a sustainable future for all affected communities.
[ESP]
La Declaración de Manaos: un llamado a proteger a las personas defensoras en el contexto de la crisis climática
El 20 de agosto de 2024, más de 400 comunidades indígenas, pueblos tribales, organizaciones de la sociedad civil y colectivos presentaron la “Declaración de Manaos sobre los Derechos Humanos en la Emergencia Climática” a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH). Este documento emblemático surge como una respuesta urgente a la crisis climática global y tiene como objetivo reforzar la justicia climática y los derechos humanos en la región, especialmente en un momento en que los efectos del cambio climático se sienten con mayor intensidad en comunidades vulnerables.
PI Mesoamérica participó en esta presentación de insumos como parte de dos colectivos amplios. Como firmante de la Declaración de Manaos, PI Mesoamérica se unió al llamado para el establecimiento de estándares mínimos que obliguen a los Estados del continente americano a respetar y proteger los derechos humanos frente a los desafíos que plantea la crisis climática. Asimismo, como parte de sus acciones de incidencia, PI Mesoamérica incidió específicamente para que la Declaración abordase la necesidad urgente de proteger a las personas defensoras de derechos humanos y del medio ambiente en el contexto de la emergencia climática.
¿Qué es la Declaración de Manaos?
La Declaración de Manaos es un llamado urgente a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para que, en el ejercicio de su función consultiva, establezca normas claras y robustas que obliguen a los Estados a proteger los derechos humanos en el contexto de la crisis climática. La declaración subraya la necesidad de un compromiso efectivo de los Estados para mitigar los efectos del cambio climático, garantizar reparaciones a las víctimas de daños climáticos y alinear sus políticas internas con los objetivos del Acuerdo de París.
La Declaración de Manaos es un documento colectivo que insta a la Corte-IDH a establecer estándares mínimos de protección de los derechos humanos en el contexto de la crisis climática. Esta declaración fue elaborada tras una serie de audiencias públicas realizadas en Bridgetown, Barbados; Brasilia, Brasil; y finalmente en Manaos, Brasil, entre abril y mayo de 2024. En estos encuentros, se presentaron testimonios de más de 150 participantes afectados por el cambio climático.
Diferentes organizaciones y colectivos participaron en la creación y respaldo de la Declaración de Manaos. Entre estos se cuentan comunidades indígenas, organizaciones locales, y ONGs de diversas partes del continente. Estos actores buscan que la CIDH reconozca y refuerce la obligación de los Estados de proteger los derechos humanos, no solo a nivel individual, sino también en un marco colectivo que incluya a comunidades históricamente marginadas y particularmente vulnerables ante los efectos del cambio climático. El objetivo central es asegurar que los Estados adopten medidas concretas y urgentes para mitigar los impactos climáticos y proteger a quienes defienden el medio ambiente.
Importancia para las personas defensoras de derechos humanos y del medio ambiente
Para las personas defensoras de derechos humanos y del medio ambiente, la Declaración de Manaos es crucial. El trabajo en defensa del territorio, el medioambiente y los recursos naturales implica riesgos significativos en la región Iberoamericana, y frecuentemente resulta en amenazas, persecución o violencia de parte de diversos actores. La Declaración resalta la obligación de los Estados de garantizar un entorno seguro y favorable para que estas personas puedan continuar su trabajo sin sufrir amenazas, violencia o represalias.
La Declaración establece que los Estados deben adoptar medidas específicas para proteger a las personas defensoras, incluyendo la prevención de ataques, la investigación de incidentes de violencia y la sanción de los responsables. Además, resalta la necesidad de reconocer y promover los derechos de quienes defienden el medio ambiente, en línea con los estándares internacionales, como el Acuerdo de Escazú.
Puntos clave de la Declaración en relación a la protección de personas defensoras
Entre los puntos más importantes de la Declaración respecto a la protección de personas defensoras se encuentran:
- Protección y Garantía de Derechos: Los Estados tienen la obligación de proteger y garantizar los derechos humanos en el contexto de la crisis climática, asegurando que las políticas públicas sean consistentes con la ciencia climática y los compromisos internacionales.
- Ambiente Seguro para Defensores: Los Estados deben garantizar un entorno seguro y propicio para las personas defensoras del medio ambiente, permitiéndoles realizar su labor sin temor a represalias.
- Responsabilidad Estatal y Corporativa: Los Estados deben regular y sancionar las conductas corporativas que violen los derechos humanos y promover la rendición de cuentas de las empresas que contribuyen a la crisis climática.
- Justicia Climática: Se subraya la necesidad de garantizar el acceso a la justicia para las víctimas de violaciones de derechos humanos derivadas de la crisis climática, incluyendo la posibilidad de acceder a reparaciones justas y adecuadas.
La participación de PI Mesoamérica en la Declaración de Manaos representa un esfuerzo significativo para fortalecer la protección de las personas defensoras en toda la región, en un momento en que la crisis climática plantea desafíos sin precedentes para los derechos humanos. La Declaración no solo es un llamado a la acción, sino también una hoja de ruta para construir un futuro sostenible para todas las comunidades afectadas.
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